EL DEBATE DE LAS NUCLEARES

 

residuo nuclear

 Creí tener claro hace tiempo que llegaríamos a ser un país anti-nuclear, vivimos en una sociedad preocupada por el cambio climático, que adopta cada vez más medidas de protección al Medio Ambiente; y resulta anecdótico que un problema tan importante como el de las nucleares  permanezca “en la reserva” de aquéllo  que como sociedad tenemos obligación de solucionar.  El tema vuelve a estar de moda cuando empiezan a conocerse cifras sobre evacuados alrededor de la Central Nuclear de Fukushima I, y claro está, no faltan las voces que se elevan en contra de la mencionada energía al igual que tampoco faltan voces tachando a las anteriores de oportunistas.

 El accidente ha sido catalogado por las autoridades como de categoría 4, esto equivale a un “accidente con consecuencias de alcance local” según la Escala Internacional de Sucesos Nucleares cuyo grado máximo es 7 “accidente grave”, un ejemplo Chernobil. Las mismas autoridades califican el riesgo por el momento “bastante bajo”. Pero el estado anímico de la ciudadanía no es de tranquilidad y no es de extrañar pues resulta imposible borrar de nuestras retinas aquellas durísimas imágenes del desastre de Chernobil cuyas consecuencias siguen causando estragos. Es un miedo real, la humanidad entera deseando que no ocurra otro desastre de semejantes características la misma humanidad que mientras no había desastre, no perdía horas de sueño en estos temas. Siendo así resulta casi imposible no ser oportunista, de no hacerse así del tema nucleares ni siquiera se hablaría; y es una lástima . Porque habría tema para rato, hubo unos años que hablar de la energía nuclear era un tema claro , TODO EL MUNDO EN CONTRA.

Pero eso cambió hace tiempo, entre las posturas que se manejan hoy a favor y en contra encontramos  : “la energía nuclear es  muy peligrosa” frente al “los riesgos cada vez son más bajos”, “la energía nuclear genera residuos radiactivos cuya peligrosidad permanece durante decenas de miles de años y cuya gestión, tratamiento y/o eliminación son cuestiones aún no resueltas” contra el “es posible el almacenamiento sin riesgos y se están investigando nuevas técnicas científicas de reutilización y reciclaje de los mismos residuos”, en términos económicos las dos partes alegan el mismo argumento en su defensa ” el coste de la gestión de los residuos radiactivos en España, según los cálculos de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA), será de más de 13.000 millones de euros sólo hasta 2070″  unos lo utilizan para corroborar la necesidad de implantación de nuevas plantas de tratamiento radioactivos nacionales  y los otros para recalcar el gasto que supone para el país.

Así que no es un tema poco debatido aunque hay un claro desequilibrio entre las dos posturas, el lobby de las nucleares ha conseguido presentarlas como energía, limpia, económica, verde y sostenible  y se han colocado como una necesidad de nuestros mercados, y no deja de ser cierto pues el círculo económico en el que nos vemos inmersos nos exige un crecimiento constante con lo que se supone un mayor gasto energético, podíamos preguntarnos en este punto si no sería mejor replantearnos nuestros esquemas productivos, o nuestro modelo de desarrollo invasivo con nuestro entorno; o nos podríamos preguntar cual es el estado de bienestar que queremos el del cubrimiento de unas necesidades más básicas o al que nos enfrentamos ahora, el de la creación  de más y más necesidades artificiales.  Mientras tanto los grupos ecologistas en clara minoría, no consiguen calar en la sociedad se presentan lejanos, no logran identificar sus valores con los de una sociedad cada vez más individualista, no transmiten que su verdadera preocupación debería ser la de todos la consecución de un futuro más respetuoso con el Medio, dan la sensación de querer privarnos de muchas comodidades , decía un amigo “parece que quieran que volvamos a vivir en cavernas”.

¿Cómo podemos tenerlo claro los ciudadanos? Creo que hay una clara tendencia de la ciudadanía en pro de la utilización de la energía nuclear; ante argumentos como la creación de nuevos puestos de trabajo en esta situación la gente es capaz de renunciar a otras cosas más lejanas que a sus necesidades más actuales. ¿No resulta oportunista que se decida sobre esto en una situación de crisis económica? ¿No nos coloca esto en una posición de debilidad ante la industria de los átomos? Me vengo preguntando hace tiempo si perdemos de vista muchas otras circunstancias a parte de las económicas cuando buscamos las soluciones o nuestras tendencias a futuro. Me pregunto si no se pierden de vista valores como el cuidado de nuestro planeta, el crecimiento sostenible, si no se pierde de vista que tal y como vamos podemos terminar con el planeta así como lo conocemos.
No son pocos los informes que avalan que no hay riesgos reales en almacenamientos de residuos nucleares, pero me pregunto si hemos sido capaces de verdad de calcurar dichos riesgos; de verdad somos capaces de “controlar” catástrofes del estilo Japón? ¿No es mucho más seguro trabajar en nuevas técnicas de producción energética? ¿Es suficiente un argumento económico para descalibrar afirmaciones sobre los riesgos que corre nuestro entorno, nuestros ríos, mares, flora y fauna…? Si abandonar la energía nuclear es exclusivamente una cuestión de voluntad política, no deberían al menos garantizarnos que la decisión será política y democrática y no tanto económica. Es irónico que se tenga que abrir debate sobre esto ante una crisis de semejantes características. Pero han de ser muy aprovechados estos debates, habrá que escuchar muy atentamente el sentir popular al respecto y actuar en consecuencia, ¿Será más importante abaratar costes energéticos o preocuparnos por crear otros esquemas de desarrollo económico? NO CREO QUE HAYA MEJOR MOMENTO PARA HACERSE ESTAS Y OTRAS PREGUNTAS.